Fotografía: La República.
Publicado: febrero 11, 2025
Déficit de recursos impide atender la creciente demanda
El acceso a una pensión del Régimen No Contributivo (RNC) en Costa Rica se ha convertido en un reto cada vez más complejo. Actualmente, 31.000 personas esperan la aprobación de este beneficio, una cifra récord que refleja la crisis del sistema.
A pesar de la alta demanda, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) cuenta con presupuesto para aprobar únicamente 11.000 nuevas pensiones, lo que deja a 20.000 solicitantes sin respaldo financiero.
¿Quiénes pueden acceder a esta pensión?
El Régimen No Contributivo fue creado para apoyar a personas en condiciones de extrema pobreza que no lograron completar cotizaciones en el Seguro de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM).
Entre los beneficiarios más comunes se encuentran:
✅ Adultos mayores sin pensión contributiva.
✅ Personas con discapacidad en situación de vulnerabilidad.
✅ Casos especiales con condiciones médicas o sociales que impiden el acceso a empleo formal.
Actualmente, el monto mensual asignado a cada beneficiario es de ₡82.000, cifra que, aunque limitada, representa un alivio para quienes carecen de otros ingresos.
El impacto del envejecimiento en la crisis del sistema
El acelerado envejecimiento de la población costarricense es uno de los factores que ha provocado el aumento de solicitudes para el RNC. La reducción en la tasa de natalidad y el incremento en la esperanza de vida han generado un desequilibrio, ya que cada vez hay más adultos mayores que requieren asistencia, pero menos cotizantes en el sistema contributivo.
Expertos advierten que, de no tomarse medidas, en los próximos años la presión sobre los fondos de pensiones será insostenible.
¿Qué soluciones se plantean?
Ante este panorama, surgen diferentes propuestas para fortalecer el Régimen No Contributivo y garantizar el acceso a pensiones para las poblaciones más vulnerables:
Reasignación de recursos del presupuesto nacional para ampliar la cobertura del RNC.
Incentivos para el ahorro previsional voluntario, con el fin de reducir la dependencia del Estado.
Revisión de la estructura de financiamiento del régimen, evaluando posibles ajustes en los aportes de la seguridad social.
Mientras se buscan soluciones, miles de personas en situación de pobreza extrema continúan esperando una pensión que les permita cubrir sus necesidades básicas. La discusión sobre el futuro del sistema se mantiene abierta y será clave para garantizar la protección social en el país.